

Me encantan los geranios
Regando los geranios de esta maceta —que cada vez están más bonitos— siempre me acuerdo de aquella tarde de domingo que no estaba destinada a pasar a la historia de mi vida. Pero que lo iba a hacer. Era pleno agosto, ninguno de mis amigos podía quedar a tomar algo, hacía bastante calor en la calle y, como vivo en un semisótano bastante fresco, pensé … Continúa leyendo Me encantan los geranios

Cali y Meli
Mi reloj suele ser testigo de cómo desperdicio mi vida, pero aquella tarde se convirtió en un trampolín. Era viernes por la tarde. Me iba a pasar el fin de semana a Sevilla con unos amigos. Necesitaba desconectar. Y beber. Pasar página. Y beber. Miré el reloj. Aún faltaban quince minutos para que saliera mi tren, así que me encendí un pitillo en la puerta … Continúa leyendo Cali y Meli

El marido plasta
Aquel hombre hablaba y hablaba sin parar, haciéndose un remolino con los dedos de una mano en los pelos de la coronilla y sujetando con la otra el teléfono. Yo estaba sentada a su lado, espalda contra espalda, en el bar de la esquina de mi casa donde había una tropa de hombres silenciosos viendo el fútbol. Había bajado a tomarme una cerveza para dejar … Continúa leyendo El marido plasta

El forastero
Hace una semana observé, por la ventana de mi oficina, a un joven pelirrojo que llevaba una mochila medio vacía colgada del hombro. Era rubio y tenía la cara poblada de pecas. La primera vez que le vi pasear por la calle, caminando alegre, como si fuera dando saltos, me imaginé que trabajaría en una cafetería. Y que por la tarde sería actor de algún … Continúa leyendo El forastero

El amanecer que nunca llega
Se despertó en plena noche. Sudando. Mojado y sobresaltado. No sabía qué hora era. La brisa que entraba por la ventana, que se había dejado entreabierta aquella noche cuando se metió en la cama, acariciaba su cara y su torso desnudo. En apenas unos segundos, aún con la respiración agitada, se dio cuenta de que había tenido una pesadilla que ya no recordaba, se tapó … Continúa leyendo El amanecer que nunca llega

¿Dónde está la chica de la que me enamoré?
Aquella tarde del mes de enero, Carlos y María estaban paseando por el centro de la ciudad cogidos de la mano. A ella parecía que le encantaba ir agarrada de su novio. Él se aguantaba. Cuando pasaron al lado de una iglesia con interminables muros de piedra y pequeñas cristaleras de colores, Carlos comenzó a sentir palpitaciones en el pecho. Tenían planeado casarse allí en … Continúa leyendo ¿Dónde está la chica de la que me enamoré?